Investigadores de la Universidad James Cook y de la Universidad de Sydney han seguido a más de 200 000 adultos durante 6 años. Han comparado aquellos que practicaban una actividad física moderada (natación suave, tenis recreativo, trabajo moderado) con aquellos que en su modo de vida incluían una cierta rutina de actividad intensa (la carrera, tenis competitivo, aerobio).

Determinaron que el riesgo de mortalidad en los miembros del segundo grupo era inferior del 9% al 13% con respecto al primer grupo. Los beneficios de la actividad física intensa se aplicaban a los hombres y mujeres de todas las edades, independientemente del tiempo total destinado a la actividad física.

El doctor Klaus Gabel añadió que incluso la gente que padecía de obesidad, diabetes o problemas cardíacos podría sacar provecho de una actividad física enérgica.

La Organización Mundial de la Salud recomienda actualmente a los adultos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa cada semana.

Los investigadores creen que ahora podríamos poner esto en cuestión para posicionarnos más sobre la actividad intensa.

Un examen aún más minucioso de los resultados nos muestra que la gente que efectuaba hasta un 30% de actividad intensa reducía su riesgo de muerte en un 9% comparativamente al 13% en aquellos en los que el entrenamiento intenso superaba el 30% del tiempo.

Las conclusiones de este estudio están publicadas en el journal medical JAMA Internal Medicine.

(Vía LaPresse.Ca)

Alex Alvarez / @alex_tonus
www.tonustgn.com / @tonustgn